Las gunas representan las tres cualidades fundamentales que gobiernan la naturaleza, la mente y el comportamiento humano: sattva, rajas y tamas. Cada guna tiene su propia energía y características, y están presentes en todos los aspectos de la vida. Entender estas cualidades nos permite aplicar sus enseñanzas tanto en nuestra práctica de yoga como en la vida diaria, ayudándonos a alcanzar un estado de equilibrio y bienestar.
¿Qué son las gunas?
Las gunas son energías sutiles que influyen en nuestra mente, emociones y comportamiento. Todo lo que existe en el universo es una mezcla de estas tres gunas en diferentes proporciones.
Aunque las tres están siempre presentes, una de ellas suele predominar en cada momento de nuestra vida y nuestro día.
Sattva es la guna de la luz, el conocimiento, la armonía y el equilibrio.
Rajas representa la acción, el movimiento, la pasión y la agitación.
Tamas se asocia con la oscuridad, la inercia y la ignorancia.
A lo largo del día, podemos experimentar un predominio de una u otra guna en función de nuestras actividades, pensamientos y emociones. La práctica de yoga y los hábitos diarios influyen en cuál de estas gunas predomina.
Sattva: la energía del equilibrio y la pureza
Sattva es la guna de la armonía, la claridad y el bienestar. Una persona dominada por sattva tiende a estar en equilibrio mental, emocional y físico. Sattva se manifiesta en una mente calmada, en un comportamiento bondadoso y en la búsqueda del conocimiento.
En la vida cotidiana podemos cultivar sattva a través de:
Practicar una alimentación equilibrada con alimentos frescos y naturales.
Meditar regularmente para aclarar la mente.
Realizar actos de bondad y compasión sin esperar nada a cambio.
Buscar actividades que nutran el espíritu, como leer y estudiar los textos sagrados del Sanatana Dharma o practicar yoga de manera consciente.
En la práctica de yoga, una persona con una mente sattvica se centra en posturas y secuencias que promuevan la calma y el bienestar general. Las posturas que invitan a la apertura y la relajación son perfectas para nutrir esta energía.
El mantra AUM es una excelente herramienta para cultivar sattva, ya que equilibra el cuerpo y la mente.
Rajas: el poder del movimiento y la acción
Rajas es la guna del movimiento, la agitación y el cambio. Aunque el dinamismo es necesario para la vida, un exceso de rajas puede llevarnos a la agitación y el estrés. Una persona con predominancia de rajas puede estar siempre ocupada, con una mente que no se detiene, enfocada en alcanzar objetivos sin descanso.
En la vida diaria podemos observar el predominio de rajas cuando:
Nos cuesta estar quietos y sentirnos en paz.
Sentimos una necesidad constante de lograr más o de alcanzar nuevas metas.
El placer y el éxito se convierten en los principales motores de nuestras acciones.
La energía rajásica puede ser útil para iniciar proyectos o para superar la inercia de tamas. Sin embargo, si no se equilibra, puede llevar al agotamiento y la insatisfacción.
Para gestionar esta energía en la práctica de yoga es importante incluir técnicas como:
Pranayama (ejercicios de respiración) que calmen el sistema nervioso.
Asanas que involucren movimientos suaves y conscientes.
Técnicas de meditación y relajación para calmar la mente agitada.
Si sientes que rajas predomina en tu vida, puedes reducir su efecto practicando el pratyahara o control de los sentidos, evitando distracciones y creando momentos de silencio.
Tamas: el estado de inercia y oscuridad
Tamas es la guna de la oscuridad, la ignorancia y la inercia. Cuando tamas domina nuestra mente, nos sentimos letárgicos, apáticos o incluso deprimidos. Es una energía necesaria en ciertos momentos, como durante el descanso, pero su exceso puede llevar a la falta de motivación y al estancamiento.
En la vida diaria tamas se manifiesta cuando:
Procrastinamos o evitamos nuestras responsabilidades.
Sentimos falta de energía o motivación para actuar.
Caemos en patrones de autosabotaje o adicciones.
Para salir de este estado el movimiento es clave. Si tamas está presente en exceso es importante:
Practicar ejercicio físico suave pero constante, como los Saludos al Sol (siempre adaptados a tu rango de movilidad).
Incorporar alimentos que sean ligeros y fáciles de digerir, evitando comidas pesadas que promuevan la pereza.
Rodearse de luz y naturaleza para contrarrestar la oscuridad interna.
En la práctica de yoga podemos trabajar para salir de tamas con asanas que nos activen, combinadas con técnicas de respiración que promuevan la vitalidad.
Cómo equilibrar las tres gunas
El objetivo no es eliminar las gunas, sino equilibrarlas y dejar que sattva sea la que predomine. Un equilibrio saludable entre sattva, rajas y tamas nos permite vivir una vida armoniosa y plena.
Algunas formas de cultivar este equilibrio incluyen:
Practicar asana y pranayama de manera regular.
Mantener una dieta ligera y equilibrada que promueva la claridad mental.
Incorporar la meditación y el estudio filosófico para cultivar una mente sattvica.
Evitar los excesos que nos lleven a rajas o tamas.
Llevando las gunas a tu vida diaria
El conocimiento de las gunas no es solo teórico, sino una herramienta práctica para mejorar tu vida. A través de la práctica de yoga y una vida consciente puedes identificar cuál de las gunas predomina en tu día a día y tomar medidas para equilibrarlas.
Recuerda que las tres gunas están en constante movimiento y el objetivo no es eliminarlas, sino aprender a manejarlas de forma que nos lleven hacia una vida más consciente y plena.
Hari Aum Tat Sat
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